Varios son los aspectos positivos que se están poniendo en valor en nuestras ciudades con el cambio de modelo al que la sociedad española se está viendo abocada para adaptarse a los nuevos tiempos.
Muchos de ellos empiezan por RE: desde RECICLA a REINVENTA. Pero hoy me quedo con uno ligado a la arquitectura: REHABILITA.
No para hablar de instituciones públicas ni grandes intervenciones, sino para reflejar experiencias propias de microcirugía urbana en las que estoy participando. Bonita palabra PARTICIPAR, clave si queremos construir entre todos una sociedad mejor.
El entorno de la Calle Andrés Pérez del centro histórico malagueño, de gran belleza arquitectónica, tuvo un pasado comercial muy activo, pero llegó a cotas de degradación a principios de la década pasada que la convirtió incluso en insegura, cerrando casi todos los locales de la misma y sufriendo un gran deterioro.
La llegada de aire fresco con la instalación de nuevos establecimientos comerciales especiales y genuinos, ligados a las artes, cocina y diseño artesano, ha sido la piedra angular para el comienzo de su transformación: nuevas ideas, nuevas energías, organización y participación. Así surge la Asociación que le da nombre a la calle, con el objetivo de crear juntos.
Toca mirar a la historia, y ver como el mundo del asociacionismo consiguió encauzar las mejoras barriales de muchas ciudades en España en los años sesenta y setenta. Una vez cumplidos sus objetivos básicos de creación de infraestructuras básicas y equipamientos, más allá de las propias viviendas, se desinflaron, canalizándose muchas de las energías participativas a través de las ONGs y Voluntariado social específico (siempre hay sectores que necesitan un apoyo). Miremos al pasado, aprendamos de la historia y de nuestros mayores y de sus experiencias, es un conocimiento (know how) social intangible muy válido para diseñar nuestro futuro con estrategia y perspectiva.
En los pueblos de Andalucía, cada vecino encala su casa, mantiene impoluta su puerta y toma el fresco en las noches de verano, siempre con un saludo cercano preparado y de acogida para el que pasa. Hay un acuerdo tácito de hacerlo por el bien común. Ese es el espíritu del nuevo comercio instalado en la calle Andrés Pérez, (pinta y mantén tu persiana y fachada, embellece tu puerta, sé cordial y alegre), sirviendo de lugar de encuentro, integrando al paseante a vivir experiencias únicas más allá de las franquicias.
Y es entonces cuando las instituciones públicas apoyan, cuando comprueban que el exiguo dinero público de hoy puede ser aprovechado de manera eficiente, ahí es cuando como ciudadanos podemos solicitar esta actuación con los recursos de todos para el bien de todos, para la mejora de lo público desde el espacio participativo. Y creedme, las instituciones están deseando que se generen muchas calles Andrés Pérez, símbolo de un vecindario activo que mira por la integración, que ama su barrio y cuida a sus mayores. La REHABILITACIÓN que hace a un barrio feliz (yo quiero vivir aquí).
Por Pablo García (Mahatma Arquitectos)