Este edificio de gran personalidad y casi un siglo de antigüedad fue descrito y dibujado en trazos recientemente por nuestro compañero arquitecto Luis Ruiz Padrón, tal como transcribimos aquí literalmente:
“El arquitecto Daniel Rubio encajó primero la planta del proyecto, con la soltura y el rigor propios de su oficio: dos viviendas por nivel, escalera al centro y ciertos ajustes que equilibrasen la asimetría del solar de la avenida de la Rosaleda nº 3. Luego abordó la composición del alzado con igual sentido del orden, resultando a fin de cuentas un reflejo de la disposición interior del inmueble; pero se guardó un as en la manga, y no me refiero solo al exotismo oriental con el que diseñó las cubiertas.
Calculó que, a partir de cierta hora del día, el sol vespertino incidiría sobre la fachada, y previó el sorprendente efecto que sus rayos producirían al reflejarse sobre las superficies de cerámica vidriada polícroma con las que pensaba revestir la parte superior. Pero no puedo prever que, casi un siglo después, todos iríamos mirando hacia abajo, pendientes de una pantalla táctil”
Este estilo se denominó Regionalismo Decó, incluyendo trazos y características del Modernismo, Regionalismo y, también, Art Decó: como las disposiciones de los ladrillos, zigzagueantes y en modo estría de las bandas verticales y los paneles sobre las ventanas.
La Rehabilitación del edificio en Málaga se ha centrado únicamente en la fachada. Su interior e instalaciones generales fueron reformados a principios de Siglo XXI para adaptarlo a la normativa y hacerlo accesible con la colocación de un ascensor.
En la anterior rehabilitación de la fachada. no se siguieron las pautas de acabados y Estudio Cromático del proyecto original, sufriendo en menos de 10 años un desgaste profundo en su superficie.
En esta ocasión, asesorados por la Gerencia Municipal de Urbanismo, se ha documentado y buscado las tonalidades históricas, que ya ha reflejado Luis Ruiz Padrón en su dibujo, recuperando su ORO VIEJO original.
El proceso ha incluido también la revisión de todos los elementos de la fachada, con una técnica que se puede denominar Anastilosis: todo lo que se desmonta y se rehabilita, se vuelve a colocar en el mismo orden (técnica muy rigurosa utilizada en arqueología).
La instalación de una grúa móvil de gran envergadura ha permitido flexibilidad y un control excelente de la obra, también nos ha permitido como arquitectos disfrutar y observar desde muy cerca la gran cantidad de ornados, azulejos y ladrillos en zigzag de la fachada, reflejados en el reportaje fotográfico. Ha sido una maravilla ¡y compensa el vértigo pasado!.
